Caso de éxito: Muralismo al rescate de una pared deteriorada
xabier / junio 22nd, 2018 / 0 Comment
En una potencial universidad del muralismo, este caso podría estudiarse como uno de esos de manual.
Una situación en la que el muralismo aflora no sólo como un recurso estético para decorar una pared, sino como una solución funcional para solventar los problemas que en ocasiones conlleva que un edificio tenga una fachada de colores claros y demasiado expuesta.
El problema de las paredes demasiado expuestas
El cliente me contacto relativamente desesperado, ya que habían intentado mantener limpia la pared de todas las formas posibles.
Sus propios empleados o el servicio de limpieza municipal llegaban hasta donde llegaban, pero el muro aparecía pintado y con carteles de todo tipo pegados tras cada intento de limpieza.
Los diferentes factores que el muralismo tiene en cuenta
El punto de partida no era nada nuevo para mi, el problema anterior es un clásico en boca de muchos de mis clientes, y sabía que la solución pasaba por presentar un diseño que cubriera todo el muro.
Puede parecer que el trabajo de una muralista parte de ese punto; el cliente te plantea una necesidad y pasas a diseñar un boceto.
Sin embargo, hay otros factores que deben tenerse en cuenta antes de levantar un lápiz o abrir Photoshop.
En este caso, esos factores eran principalmente 3:
- Características físicas de la pared
- El cliente
- Los viandantes
Características físicas de la pared
En esencia, el problema de este muro residía en que era muy largo y además estaba en cuesta.
La solución radicaba en el diseño, apostando por una combinación de amplios elementos (pájaros y plantas), que aprovecharan también el tamaño de la pared para que la pieza de cerca pareciera casi abstracta, pero dejara entrever que formaba parte de un todo, que solo sería apreciable desde lejos.
Esos pájaros y plantas, con el correspondiente fondo, tuve que componerlos teniendo en cuenta la cuesta de la pared, tratando de compensar la carga de elementos para que estéticamente no quedara descompensado.
El cliente
No todos los diseños valen para todos los clientes, lo mismo que no todos los colores son adecuados para todos los clientes.
Vuelve a ser este un caso sencillo de entender, ya que el cliente era Eroski, cuyos colores corporativos son sobradamente conocidos.
Podría encantarme un diseño en una gama de colores verdes, pero el cliente seguro que no encontraría igual de natural que la propuesta planteada, que incluía el rojo corporativo de su marca en la silueta de los pájaros.
Los viandantes
Pero nada de esto tendría sentido si no tuviera en cuenta que por delante de este mural pasarán muchas persona cada día.
Y una vez más, no todo vale, porque el tipo de personas que pasará por él tendrá unas características y no otras.
¿Son jóvenes o mayores?, ¿son de la localidad o están de paso?, y otros tantos ingredientes que entran en la coctelera antes de agitar y dar con el combinado final.
Este en concreto, es un centro comercial por el que pasan personas de todas las edades, que mayormente viven en esa localidad.
Por eso, el diseño debe ponerse al servicio de esa multigeneracionalidad, en este caso, apostando por elementos que sean agradables para todas las edades…¿a quién no le gustan los pájaros y las plantas?
Además, son especies de pájaros locales, jilgueros, petirrojos o carboneros que los viandantes pueden ver revolotear alrededor en diferentes épocas del año.
El orden de los factores importa, tenerlos todos en cuenta aún más
Si algún día me llaman para dar clase en esa potencial universidad del muralismo, terminaré diciendo a los alumnos que antes de comenzar a pintar hay que pensar mucho.
Llegado un punto, lo que aporta la experiencia al profesional no es tanto la capacidad de solventar técnicamente un mural, sino la agilidad para ver todos esos factores previos.
Entender que el diseño solo es un elemento más, y está al servicio de todo lo que rodea un proyecto de estas características, que por su nivel de exposición, siempre incluye cuestiones tan relevantes como las personas que pasan por delante de aquello que pintes.
En fin, creo que ha sonado la campana…es la hora del recreo, aprovecha para dar un paseo por este mural, y si te gusta, no dudes en compartirlo:
Escríbeme si tienes algún proyecto entre manos...
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