Fachadas pintadas: Cómo seducir a primera vista
xabier / junio 1st, 2018 / 0 Comment
Fachadas pintadas, vivas, coloridas y maquilladas como auténticas estrellas de Hollywood.
En realidad se lo merecen, ¿verdad?
Pasamos por delante de centenares de fachadas al día y no nos fijamos en la mayoría porque forman parte de un paisaje urbano que tiende a unificarse y mostrar un aspecto más bien monótono y sosón.
Aceptamos, casi por defecto, que la decoración de fachadas pasa irremediablemente por la selección de colores de turno, y esperar a que la pintura se deteriore poco a poco hasta que unos años después repitamos la misma operación.
Sin embargo, existe otra realidad, la de las paredes decoradas con vida, con alma, con personalidad.
Es la elección del arte en nuestra calles, casas y locales, a través de murales, que cada vez se extiende más y llega a mayores formatos, e incluso sirve como elemento de cohesión y colaboración ciudadana.
Iniciativas como la del Itinerario Muralístico de Vitoria-Gasteiz muestran que en realidad la ciudadanía tiene interés en formar parte de entornos coloridos, y cuando se les anima se involucran en participar de forma colaborativa en proyectos muy elegantes:
¿Lo mejor del muralismo?…su versatilidad.
Grandes paredes con muchos metros cuadrados son perfectas para diseños espectaculares y originales, pero también lo son las fachadas más modestas, las que nos encontramos a pie de calle por ejemplo.
El muralismo adapta materiales y colores como pocas disciplinas, y logra que una fachada luzca despampanante e irresistible a la vista del transeúnte medio.
Por si necesitas muestras de ello, allá van…
3 tipos de fachadas en las que un mural causará sensación
En mayor o menor medida, la muralista bebe del graffiti, una disciplina que tiene su razón de ser en la adaptación de sus técnicas para llegar a pintar sobre superficies de cualquier tipo. Por eso cada proyecto es personalizado.
No pienses en; ¿sería posible hacer X?, la respuesta será sí.
Tan solo relájate, observa los siguientes ejemplos y comienza a pensar en las posibilidades detrás de tu fachada.
1- Fachadas pintadas en casas
Si el muralismo y el graffiti viven algún tipo de boom y reconocimiento, en gran medida se debe a la visibilidad que tiene los grandes murales en fachadas de casas, sean faraónicos diseños o más modestos en tamaño.
La capacidad de transformación de un espacio que tienen este tipo de trabajos es enorme, ya que puede adornar desde casas particulares hasta barrios completos.
Puede parecer una apuesta arriesgada de inicio, sin embargo, la experiencia me ha demostrado que aquellos que optan por vestir la pared de una casa con un mural, acaban creando una relación especial con él, ya que pasa a formar parte de su entorno diario.
Por eso en mi carrera me he encontrado con curiosidades, por ejemplo, que me llamen desde un pueblo de Irlanda para pintar un mural en una casa, y que pocos años después me vuelvan a llamar para que vaya a restaurarlo porque se había dañado.
Lo dicho, el pueblo ya lo había hecho suyo…
2- Fachadas pintadas en locales comerciales
Cuando montas un negocio a pie de calle en tu mente solo hay un pensamiento:
Que los clientes entren.
Abrir la persiana de un local hoy en día es todo un ejercicio de valentía, y si lo haces seguro que a los dolores de cabeza que genera el propio negocio, se suman el millón y medio de alternativas existentes para publicitar y promocionar tu espacio.
En ese huracán de tareas, muchas veces se pasa por alto que un negocio a pie de calle tiene que enamorar a aquellos que pasan por delante de él y son susceptibles de conocerlo.
Aquí es donde entran en juego los murales en fachadas de locales comerciales.
Las fachadas de negocios pintadas son la mejor opción de transmitir tu esencia sin palabras, una verdadera declaración de intenciones que activará la curiosidad de tu cliente objetivo al instante.
En la época de la autenticidad y la necesidad de diferenciación, este tipo de decoración de fachadas hará que tu negocio deje de ser uno más.
3- Fachadas pintadas cuando aún son cerramientos de obras
¿Y qué pasa si aún estás de obras?
Muchos locales pasan por un periodo más o menos largo en el que el negocio está cerrado y lo único que se percibe de él es un cerramiento entre poco elegante y horrendo.
¿Se puede hacer algo con esto? por supuesto, aprovechar eso que parecía una condena estética, para comenzar a promocionar el local que en un futuro se abrirá.
Los murales en cerramientos de obras no solo muestran el cuidado por el detalle de quienes abrirán el negocio en un futuro, sino que es una oportunidad de ir ganando visibilidad y reconocimiento, que el día de la apertura seguro que agradecerás.
Pero esto es solo una pincelada (bueno, más bien un brochazo), ya que las posibilidades de adaptar el muralismo a las necesidades de cada fachada y tus gustos, son infinitas.
Sea grande, pequeño, en interior o exterior, no te quedes con las ganas de descubrir si ese proyecto que tienes en mente es viable, escríbeme y sal de dudas, y posiblemente descubras que lo que te parece un sueño, puede convertirse en realidad.
Escríbeme si tienes algún proyecto entre manos...
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